Ø Era una vez una
niña muy intrépida, cariñosa, de pelo
corto, ojos claro muy pequeña que le gustaba ir al monte de su tía Lola a jugar
todas las tardes en una mata de guanábana, la cual era para ella un árbol
volador o su avión y día por día se
subía en su avión volador a vivir una experiencia
nueva.
Ø Ella y sus primos esperaban ansioso que llegara la tarde para
ir al monte de sus sueños a jugar en su avión volador y así divertirse teniendo
una nueva aventura, que sin duda era en cada ocasión inolvidable para
ellos ,cuando pasaban de un lugar a otro volando en su avión.
En el monte de los sueños las hora pasaban tan rápida que la niña no se daba cuenta cuando pasaba el tiempo y cada día vivía con la ilusión esperando que pasaran las horas rápida para volver a subirse en su precioso e inolvidable árbol de guanábana o su avión volador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario